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Ha llovido más de una década desde que el provocador Funky Business de Ridderstrale, aludiera a montones de altos directivos, cuyo principal mérito para mantenerse arriba consistía en ser expertos en lo que era importante ayer.

Me temo que no han cambiado mucho las cosas. Leo en el último McKinsey Quarterly que un tercio de los 600 ejecutivos senior entrevistados en un estudio reconocen que sus comités de dirección no cuentan con las personas ni las capacidades adecuadas. Quizá muchos las habrían tenido en el pasado y permanezcan en el top por inercia, agradecimiento a servicios prestados, o simplemente porque el CEO no se atreve a cambiarlos. Aunque decidir los miembros del primer equipo sea su principal responsabilidad -y el arma más poderosa para lograr el rendimiento colectivo-, sorprende cómo se contemporiza o titubea a la hora de adoptar ese tipo de decisiones.

Ello es aún más grave si consideramos las características emergentes en el nuevo liderazgo. El Global CEO Study 2010 de IBM, bajo la denominación Liderar la Complejidad, arroja como conclusión tras 1.500 entrevistas a CEO de todo el mundo, que la creatividad será la cualidad de liderazgo más importante durante los próximos cinco años. Los líderes creativos, afirman, se sienten cómodos con la ambigüedad y la experimentación. Para conectar y servir de inspiración a una nueva generación, los CEO han de dirigir e interactuar de forma completamente nueva.

Mírese a sí mismo y a su alrededor, querido directivo o CEO. ¿Cómo de familiarizados se encuentran usted y su empresa con expresiones como innovación rompedora, disrupción tecnológica, comunicación viral o reinvención permanente? No me refiero al discurso oficial, sino a su entorno real inmediato. Si le resultan lejanas, preocúpese con urgencia. O mejor, ocúpese. Seguro que tiene en su mano mucho más de lo que supone.

Transformar a una organización en creativa no es fácil, pero es posible. Requiere romper moldes y paradigmas culturales, arriesgar con valentía, cambiar a algunos, involucrar a todos, sustituir el ordeno y mando por la persuasión e influencia. Y hágalo deprisa, antes de que le conviertan en estatua en memoria del glorioso pasado.

En un proceso de ‘coaching’ no saldrás con la receta para conseguir objetivos, sino con deberes para la próxima sesión. Eres tú quien tiene que buscar la solución.  

Pide referencias, experiencia profesional, en ‘coaching’ y certificación antes de contratar a un ‘coach’. También conviene que recojas la opinión de sus clientes para más garantía.